CULTURA REMIX: El Software Manda

La presente exposición se adentra en la Cultura Remix, un fenómeno que define nuestra época contemporánea, cuya presencia e impacto están intrínsecamente ligados a la evolución del software. Tomando como marco la influyente obra de Lev Manovich, “El software toma el mando”, esta muestra explora cómo el software ha pasado de ser un instrumento a convertirse en un agente cultural fundamental, reconfigurando la creación, distribución y consumo de medios, y dando origen a nuevas formas de remix que van más allá de la simple combinación de contenidos preexistentes.

Manovich postula que el software es el motor que impulsa una profunda transformación de los medios. La capacidad de copiar, editar y manipular datos digitales con precisión es la base del remix digital. Sin embargo, un aspecto crucial, que Manovich denomina Remezcla Profunda (Deep Remix), se refiere a la fusión no solo de contenidos, sino de técnicas, estéticas y lenguajes propios de medios históricamente separados. El software, al integrar diversas funcionalidades, actúa como un “metamedio” que propicia esta hibridación. Obras presentes en esta exposición como The Clock (2010) de Christian Marclay ejemplifican esta remezcla profunda de manera magistral, al yuxtaponer miles de fragmentos cinematográficos y televisivos de distintas épocas, fusionando estéticas visuales y técnicas narrativas a través de la edición digital. Como bien dice Manovich:

“Las propiedades y técnicas únicas de diferentes medios se vuelven elementos de software que se pueden combinar en formas previamente imposibles”

Manovich 2013

La exposición articula la relación entre software y remix a través de conceptos clave de Manovich. El Software es la tecnología de base que organiza cómo creamos e interactuamos. El remix existe porque estas herramientas están diseñadas para facilitarnos la combinación y transformación de contenidos. Las Aplicaciones de Medios (el software especializado para crear y editar medios) son las herramientas esenciales del remixer. La plataforma web de colaboración de The Johnny Cash Project (2010), el sofisticado software de edición detrás de The Clock, o los algoritmos de procesamiento de datos en data-verse de Ryoji Ikeda, son ejemplos de cómo aplicaciones específicas habilitan formas particulares de remix y creación a gran escala. La obra net.art generator / NAG (1999-2004) de Cornelia Sollfrank lleva esto a un extremo al ser el software mismo la obra, generando arte automáticamente a partir de contenido web remezclado, ilustrando el software como agente creativo autónomo.

En el contexto de esta evolución, Botto (2021-25) puede ser visto como una manifestación contemporánea y compleja de la misma lógica iniciada por proyectos como NAG. Si NAG remezclaba el contenido y la estructura del “documento” web mediante algoritmos predefinidos, Botto remezcla estilos, temas y estéticas a partir de inmensas bases de datos culturales utilizando inteligencia artificial. Este tránsito ilustra cómo el Software Cultural y las Aplicaciones de Medios han evolucionado, permitiendo una remezcla de mayor profundidad y complejidad conceptual, automatizada a un nivel que redefine la autoría artística.

Según Manovich otro cambio impulsado por el software es el paso De los Documentos a los Actos. Los medios digitales, al ser datos maleables gestionados por software, permiten al usuario realizar “actos” de manipulación sobre lo que antes eran “documentos” fijos. El remix es un “acto” por excelencia: una intervención activa sobre el contenido mediático digital. En The Johnny Cash Project, miles de participantes realizan el “acto” de redibujar fotogramas, transformando colectivamente el video original. Aunque de forma diferente, The Clock induce una “acción” en el espectador a través de su conciencia temporal y la interacción con la representación del tiempo en pantalla y la de su propio reloj.

La lógica de la base de datos se ha convertido en una forma cultural fundamental en la era digital, especialmente para la práctica del remix. Los medios digitales se organizan en bases de datos accesibles por software. El remix implica a menudo trabajar con y sobre estas bases de datos digitales. The Johnny Cash Project, The Clock, y data-verse de Ryoji Ikeda (visualización de bases de datos científicas) demuestran cómo la lógica de la base de datos es la materia prima y estructura para obras de remix basadas en la agregación y recombinación de datos o fragmentos. Botto, al igual que NAG pero a una escala y complejidad mayores, trabaja directamente sobre bases de datos inmensas, siendo la curación comunitaria otro acto que influye en esta base de datos dinámica.

En conclusión, la Cultura Remix en la era del software, tal como la analiza Manovich, es un fenómeno multifacético impulsado por la redefinición de los medios a través del software. Las obras presentadas en esta exposición desde la generación automática de arte web por software (NAG) hasta la remezcla masiva de videos por bases de datos colaborativas (Johnny Cash), la fusión de técnicas cinematográficas (The Clock), la visualización estética de datos científicos (data-verse) y la creación artística automatizada sobre bases de datos (Botto) ilustran cómo el software no solo posibilita la combinación de contenido, sino que moldea la estética y redefine los roles creativos. La Cultura Remix, el software manda, es en sí misma un remix, desde el título hasta estas últimas palabras. Su objetivo es invitarnos a reflexionar sobre los procesos creativos y co-creativos, la influencia del software en nuestra cultura y la redefinición del concepto de autoría en el siglo XXI.

“Sin embargo, los ambientes de producción de software permiten a los diseñadores hacer un remix no sólo de contenidos sino también de sus técnicas fundamentales, métodos de trabajo y formas de representación y expresión.”

Manovich 2013